
Iniciar un tratamiento médico para el control de peso es una decisión valiente y significativa. Si has comenzado un protocolo con agonistas de GLP-1 (como semaglutida o liraglutida), es probable que ya estés experimentando cambios notables en tu apetito. Sin embargo, confiar únicamente en la medicación es solo una parte de la ecuación.
Entendemos que navegar por la información nutricional puede ser abrumador. Por eso, queremos brindarte claridad científica sobre cómo acompañar tu tratamiento biológico con una estrategia alimentaria inteligente. No se trata solo de comer menos, sino de nutrir a tu cuerpo de manera eficiente mientras este se adapta a su nuevo equilibrio metabólico.
¿Cómo cambia tu cuerpo con el tratamiento?
Para comprender qué comer, primero debemos entender qué está sucediendo internamente. Los medicamentos GLP-1 actúan imitando una hormona natural que regula el apetito y la digestión. Su función principal es ralentizar el vaciado gástrico y enviar señales de saciedad al cerebro.
En consecuencia, sentirás menos hambre y te llenarás más rápido. Esto es sumamente positivo, pero conlleva un desafío técnico: al reducir el volumen de alimentos, cada bocado cuenta el doble. Si ingerís pocas calorías y estas son de baja calidad, tu cuerpo podría perder masa muscular o sufrir deficiencias vitamínicas, lo cual afectaría tu energía y salud a largo plazo.
La prioridad número uno: Proteína de alta calidad
Durante cualquier proceso de pérdida de peso, el cuerpo tiende a utilizar reservas de energía. Nuestro objetivo clínico es asegurar que esa energía provenga del tejido adiposo (grasa) y no del tejido muscular.
Por lo tanto, la proteína debe ser la protagonista de tu plato. El consumo adecuado de proteínas es fundamental para preservar la masa magra y mantener el metabolismo activo.
- Fuentes recomendadas: Carnes magras, pescados, huevos, legumbres y, si es necesario, suplementos de proteína de suero o vegetales.
- La estrategia: Intentá incluir una porción de proteína en cada comida principal. Dado que tu apetito será menor, priorizá ingerir la proteína antes que los carbohidratos o guarniciones.
Hidratación y Fibra: Los aliados silenciosos
Uno de los efectos secundarios comunes de los GLP-1 puede ser el estreñimiento, debido al tránsito intestinal más lento. Para contrarrestar esto de manera natural, la combinación de fibra e hidratación es innegociable.
El agua no solo facilita los procesos metabólicos, sino que ayuda a la digestión. Asimismo, la fibra (presente en vegetales de hoja verde, frutas con cáscara y granos enteros) actúa como un regulador digestivo. Sin embargo, es importante aumentar el consumo de fibra gradualmente para evitar distensión abdominal.
Alimentos que es mejor evitar
Así como hay alimentos que potencian el tratamiento, hay otros que pueden exacerbar las molestias gastrointestinales como las náuseas o la acidez.
Generalmente, sugerimos limitar:
- Fritos y grasas saturadas: Son difíciles de digerir y permanecen mucho tiempo en el estómago.
- Azúcares refinados: Pueden provocar picos de glucosa innecesarios.
- Bebidas carbonatadas: Aumentan la sensación de hinchazón.
El enfoque integral de Balance
Entender la teoría es el primer paso, pero aplicarla día a día requiere soporte. Sabemos que no existen dos metabolismos iguales y que los desafíos nutricionales varían de persona a persona.
En Balance, no solo te facilitamos el acceso al tratamiento médico adecuado. A través de nuestro Programa Integral de Control de Peso, combinamos la prescripción clínica con el seguimiento continuo. Nuestro objetivo es que tengas las herramientas para construir una relación sostenible con la comida, monitoreada por profesionales que entienden tu historial y tus objetivos.
No tenés que descifrar esto en soledad. La ciencia nos da las herramientas, y nosotros te damos el acompañamiento para usarlas correctamente.
¿Estás listo para optimizar tu salud?
Si querés saber más sobre cómo nuestros planes médicos pueden transformar tu bienestar de forma segura, te invitamos a realizar tu consulta online hoy mismo.
Comenzar mi tratamiento en Balance
Este artículo es solo para fines informativos. Para asesoramiento médico o un diagnóstico, consulte a un profesional.